Seguro que está en el Cielo, era buenísima persona. Le conocí a través de este blog, ya sólo por eso valió la pena hacerlo. Pude tratar mucho con él, y me quedé con ganas de verlo en persona, era algo pendiente en la agenda. Una persona muy especial y un conversador excepcional.
Descanse en Paz.
Muchas gracias a Jesús David por informarme, amigo.
ResponderEliminarNo he conocido personalmente a JR pero nuestras innumerables conversaciones por email me hablan de un gran hombre, bueno, culto y un caballero. Una persona con la que daba gusto discutir cualquier tema, siempre con rigor y sin ni una postura sin fundamento. Quiero pensar que está en el cielo, donde tenga a su disposición el mejor órgano que pueda imaginar y la destreza por la que tanto y tan metódicamente trabajó para tocar cualquier música, y desde allí nos brinde unas notas, una cadencia final a la hermosa melodía que fueron sus conversaciones. Hasta siempre JR.
ResponderEliminarSi ya echábamos de menos sus escritos en nuestros e-mails en estos últimos días, no quiero ni imaginar lo que lo vamos a echar en falta en adelante. En poco tiempo se hizo un contertulio indispensable en nuestras largas conversaciones, tanto organísticas como de cualquier otra índole. Siempre ponía un punto de vista conciliador entre lo antiguo y lo nuevo en la estética arquitectónica de templos y órganos. Nos tenía al tanto de sus avances en su faceta de intérprete y de asistente de registración en los conciertos en que lo hacía y nos deleitaba además con las fotos que hacía con su "cacacámara" como denominaba a su reciente adquisición.
ResponderEliminarJuan Ramón, siempre te llevaremos en nuestro corazón.
Sin duda le echaremos mucho de menos. Lo comentaba ayer con Bux, las amistades que se forjan en la red son muy reales y verdaderas, al contrario de lo que algunos piensan.
ResponderEliminarYo tenía claro que cuando volviera por Cataluña intentaría verlo, pero no ha sido posible.
Ya no tendremos esos correos o comentarios de varios y extensos párrafos que tantos nos gustaban, y al final de los cuales siempre se disculpaba por la extensión de los mismos.. no se si sabría que nos gustaban sinceramente, aunque siempre se lo decíamos.
Si está viendo lo que decimos de él seguro que se está partiendo de risa, humor no le faltaba.
Un abrazo Juan Ramón.